jueves, 20 de septiembre de 2007

Mis vértices singulares

Estimados amigos:
Evidentemente, no creo que se me pueda considerar un excelso patriota, a mí las políticas y las etiquetas me resbalan por el torso y bien es sabido que soy ciudadano del universo, teniendo en cuenta que la consciencia está restringida en este planeta al mercado del parecer y la obsolescencia. No me considero un puritano, pero tengo muy en cuenta la precariedad de la pureza. Es una cuestión técnica. Pura armonía.
En el diecinueve la disonancia musical producía grima y sarpullidos acústicos en los oídos devotos, hasta que llegaron el jazz, el blues, el flamenco, el rock y Stravinski, y los remedos de Debussy y Ravel, y los locos dodecafonistas, minimalistas y las ragas de la música hindú o sufí, con sus cuartos de tono y sus sublimes inflexiones. Para unos era algo nuevo, para otros una vieja tradición.
No, no soy un excelso patriota parangonando la ínclita ñ sino un escritor de vértices singulares renqueando puntos sobre íes adversas.
Se trata de lo de siempre. ¿A qué estamos jugando?
Estamos jugando al juego que nos proponen.
¡Pues no! ¡Mira por dónde! No siempre vamos a jugar al juego que nos proponen. Nosotros tenemos algo que proponer también. Y exigimos, como mínimo, la ambivalencia.
Todo esto lo digo por la ñ que se me ha quedado incrustada en la frente. No soy un paranoico ambiguo, tengo ciertos aires de grandeza adheridos al córtex nouménico girando hacia la danza inmóvil y sin mirar atrás. Y reivindico la libertad de las aristas en un plano constructivo.
Me dicen que la ñ ya funciona en Internet. Pues no. Un querido amigo ha creado un dominio gratuito para nosotros, Antonio Nevado, es www.ciñe.es , pero si quieres acceder a este dominio tienes que descargar un programa certificado por Verysign. Muy bien, yo creo que la lengua española no necesita parches. Se basta por sí misma y no requiere de autenticaciones notariales. Algunos estaban en el limbo cuando el Quijote vio la luz. Y todavía siguen dando vueltas.
Queremos un acceso a la Red español, sin cortes ni tapujos, directo y vertical. Siempre hacia arriba.
El hecho de que nuestra Armada no fuera tan invencible no significa que tengamos que claudicar.
Lo digo por si alguien tiene dudas. Claro que las dudas vienen siempre de parte de los ineptos que nos gobiernan.
Reivindicar la ñ en las autopistas de la información es procurar también el derecho a la diversidad en el montaje global que algunos listillos están creando. Para ellos es monopolio, para nosotros es respeto a la pluralidad. A ellos les sobran las idiosincrasias, las culturas y las razas para ejercer su dominio, pero nosotros echamos de menos la ausencia de colores, sabores, esencias y pensamientos. Y tenemos nostalgia de los lugares que aún no hemos visitado. No queremos policías unicelulares ni cirujanos inquisidores. Nuestro dios no es el dólar sino el ámbito de la respiración libre y consciente, donde se pueda crear el bien, la verdad y la belleza.
La humanidad no bajó de los árboles para cargarse los bosques. Dependemos de los árboles, el tejido de la vida en más antiguo que la mercadotecnia y la realización de nuestros anhelos no tiene necesariamente que adscribirse en el ámbito de la dependencia interesada.
La libertad no necesita tutelas, excepto en el rango del respeto y el reconocimiento, ya seas un hombre, un gusano o una simple onomatopeya.
Evidentemente, no creo que se me pueda considerar un excelso patriota, soy un vagabundo sin cara por los corredores del tiempo, buscando mi propio espacio en la jungla de cristal. Pero tengo la fe suficiente en mi pasado como para demostrar que todo mi empeño no es simplemente una excusa vacía. Tenemos que vivir, transitar el juego de la oca y dar un poco de luz a la cara oculta de nuestras lunas, no existir solamente.
Son cosas de mucha meditación que me complace poner en la materia gris de vuestras mercedes.

Saludos y parabienes

Xavier de Tusalle

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