viernes, 1 de julio de 2011
jueves, 23 de junio de 2011
sábado, 10 de octubre de 2009
Arte Fractal

He aquí una obra sobre Arte Fractal, impactantes fractales y diseños digitales basados en las fórmulas y algoritmos que utiliza la propia naturaleza. Un arte misterioso y sugestivo.
Entra en nuestro sitio web y descárgatelo.
Saludos
http://www.circuloindependiente.net/autores01_xavier_de_tusalle01.htm
martes, 18 de diciembre de 2007
Alma rota
Lógica inaudible
El alma rota no atiende la llamada de la lógica ni pide explicaciones al sentido común.
Sencillamente, se ha roto.
Deja que cante al atardecer y libere sus tensiones; mejor que el cántaro de miel amarga cree sus propios afluentes hacia el río que se lleva la vida.
El océano debe estar esperando en algún lugar de la ausencia, se le oye rugir hacia el horizonte, muy lejos; donde nacen los espejos y se crean las diferencias.
Yo también querría que todo fuera perfecto, y vibrar con la ilusión de una feliz sorpresa. Pero me temo que he caído en las garras del olvido y debo pagar el precio por el equívoco.
Sencillamente, se ha roto.
Pero el trovador no cesa en el diseño de mapas significativos sin verse obligado a contener la tormenta.
Lo sé desde el momento en que la inteligencia empezó a engañarme con su veloz sonrisa. Te toma como un niño girando hacia el otro lado. Y luego se vuelve del revés.
Por eso flotamos en el ángulo obtuso.
Pero busca una explicación en la historiografía de las cosas. Pide el remedio en la boutique de los hombres sabios que gestan el gobierno al uso, o demanda la suavidad de los vértices religiosos.
El imperativo es el silencio y la desolación la marca del gobierno.
El engaño es tan sutil que casi todos creemos vivir en la certeza.
Me río de la ingenuidad de mis amigos sabiendo que ellos se ríen de mi pretendida ingenuidad y benevolencia.
Pero solo el agua es benevolente, y la tormenta, aunque tenga que hablar fuerte el rayo y declarar con rigor su luz el relámpago.
Todos son impostores de la misma esencia inmóvil.
Sencillamente, se ha roto, y no hay que darle más vueltas.
Si te entregas al devenir de tu alma solitaria volverás al ciclo de Heráclito, harás la ronda de Empédocles y acabarás buscando a Hermes, que fue tres veces grande, según rezan las entelequias.
No asientes tu culo en un tonel de manzanas ni busques a los dioses siguiendo el cometido de Diógenes. Eres un cínico por naturaleza, aunque busques hermosas metáforas en el cuerpo inodoro de tu promiscuidad.
Y el embrujo de la música se lo llevó el viento hurgando en la niebla del sonido primordial. De ahí surgió todo el misterio y toda la indecencia.
Yo solo busco el silencio, no necesito el consejo de las voces que ya han sido sometidas jugando con la vacuidad tanto tiempo atrás.
Casi siempre me doy la vuelta cuando tengo que ir hacia delante y suelo prometer mentiras demasiado viejas. Es un vicio espartano. Probablemente una ganancia pírrica o una estupidez proteica de esas que desmantela fácilmente la luz solar.
Suponiendo que nuestras gafas estén dispuestas a la ceguera.
Mejor me doy la vuelta y vuelvo hacia la nada.
El alma rota no atiende la llamada de la lógica ni pide explicaciones al sentido común.
Sencillamente, se ha roto.
Deja que cante al atardecer y libere sus tensiones; mejor que el cántaro de miel amarga cree sus propios afluentes hacia el río que se lleva la vida.
Yo también querría que todo fuera perfecto, y vibrar con la ilusión de una feliz sorpresa. Pero me temo que he caído en las garras del olvido y debo pagar el precio por el equívoco.
Es la lógica inaudible que quedó marcada profundamente en tus huellas.
Lo supe desde el momento en que la inteligencia empezó a engañarme con su veloz sonrisa. Me tomó como un niño girando hacia el otro lado. Y luego se volvió del revés.
Pero el alma ya estaba rota y yo, incomprensiblemente, empecé a escribir sobre la arenas de una playa ignota.
Todos son impostores de la misma esencia inmóvil.
Olvido, 9 de agosto de 2007
© Xavier de Tusalle
El alma rota no atiende la llamada de la lógica ni pide explicaciones al sentido común.
Sencillamente, se ha roto.
Deja que cante al atardecer y libere sus tensiones; mejor que el cántaro de miel amarga cree sus propios afluentes hacia el río que se lleva la vida.
El océano debe estar esperando en algún lugar de la ausencia, se le oye rugir hacia el horizonte, muy lejos; donde nacen los espejos y se crean las diferencias.
Yo también querría que todo fuera perfecto, y vibrar con la ilusión de una feliz sorpresa. Pero me temo que he caído en las garras del olvido y debo pagar el precio por el equívoco.
Sencillamente, se ha roto.
Pero el trovador no cesa en el diseño de mapas significativos sin verse obligado a contener la tormenta.
Lo sé desde el momento en que la inteligencia empezó a engañarme con su veloz sonrisa. Te toma como un niño girando hacia el otro lado. Y luego se vuelve del revés.
Por eso flotamos en el ángulo obtuso.
Pero busca una explicación en la historiografía de las cosas. Pide el remedio en la boutique de los hombres sabios que gestan el gobierno al uso, o demanda la suavidad de los vértices religiosos.
El imperativo es el silencio y la desolación la marca del gobierno.
El engaño es tan sutil que casi todos creemos vivir en la certeza.
Me río de la ingenuidad de mis amigos sabiendo que ellos se ríen de mi pretendida ingenuidad y benevolencia.
Pero solo el agua es benevolente, y la tormenta, aunque tenga que hablar fuerte el rayo y declarar con rigor su luz el relámpago.
Todos son impostores de la misma esencia inmóvil.
Sencillamente, se ha roto, y no hay que darle más vueltas.
Si te entregas al devenir de tu alma solitaria volverás al ciclo de Heráclito, harás la ronda de Empédocles y acabarás buscando a Hermes, que fue tres veces grande, según rezan las entelequias.
No asientes tu culo en un tonel de manzanas ni busques a los dioses siguiendo el cometido de Diógenes. Eres un cínico por naturaleza, aunque busques hermosas metáforas en el cuerpo inodoro de tu promiscuidad.
Y el embrujo de la música se lo llevó el viento hurgando en la niebla del sonido primordial. De ahí surgió todo el misterio y toda la indecencia.
Yo solo busco el silencio, no necesito el consejo de las voces que ya han sido sometidas jugando con la vacuidad tanto tiempo atrás.
Casi siempre me doy la vuelta cuando tengo que ir hacia delante y suelo prometer mentiras demasiado viejas. Es un vicio espartano. Probablemente una ganancia pírrica o una estupidez proteica de esas que desmantela fácilmente la luz solar.
Suponiendo que nuestras gafas estén dispuestas a la ceguera.
Mejor me doy la vuelta y vuelvo hacia la nada.
El alma rota no atiende la llamada de la lógica ni pide explicaciones al sentido común.
Sencillamente, se ha roto.
Deja que cante al atardecer y libere sus tensiones; mejor que el cántaro de miel amarga cree sus propios afluentes hacia el río que se lleva la vida.
Yo también querría que todo fuera perfecto, y vibrar con la ilusión de una feliz sorpresa. Pero me temo que he caído en las garras del olvido y debo pagar el precio por el equívoco.
Es la lógica inaudible que quedó marcada profundamente en tus huellas.
Lo supe desde el momento en que la inteligencia empezó a engañarme con su veloz sonrisa. Me tomó como un niño girando hacia el otro lado. Y luego se volvió del revés.
Pero el alma ya estaba rota y yo, incomprensiblemente, empecé a escribir sobre la arenas de una playa ignota.
Todos son impostores de la misma esencia inmóvil.
Olvido, 9 de agosto de 2007
© Xavier de Tusalle
martes, 4 de diciembre de 2007
Sólo para locos (una pequeña broma nocturna)
Estaba de resaca de madrugada, así que empecé a sospechar. Me dije: "Estoy tan harto de ser tan bajo (sentido figurado) que me voy a comprar una escalera". Es lo que hice y exploré un poco más allá. Arriba sólo había telarañas y un grupo de hormigas muy bajitas que, al parecer, son necesitaban escaleras (sentido figurado).
Me quedé a vivir allí.
Hoy estoy harto de vivir tan alto y seguir siendo tan bajo y no necesitar escaleras (sentido figurado). Entonces, lo vi claro, soy un ser humano y, harto o bajo, nunca encontraré una escalera lo suficientemente versátil para eliminar cualquier sentido figurado. Sea como fuere uno es lo que es aunque siempre pretenda ser cualquier otra cosa y busque sentidos figurados en ese contexto tan poco ortodoxo que llamamos realidad. ¿La moraleja? ¡Joder! El alcohol te machaca las neuronas; pero eso no es lo peor. Lo peor es que tienes un netmail para contar a los amigos lejanos tus neuras. Eso sí, con mucho cariño. Por favor, no me escribáis diciendo que este portal es para otras cosas o tiene mejores utilidades. Lo creáis o no todos estamos dentro del mismo sueño.
Lo siento, prometo hacerme adicto al agua mineral.
Ya podéis seguir durmiendo.
Me quedé a vivir allí.
Hoy estoy harto de vivir tan alto y seguir siendo tan bajo y no necesitar escaleras (sentido figurado). Entonces, lo vi claro, soy un ser humano y, harto o bajo, nunca encontraré una escalera lo suficientemente versátil para eliminar cualquier sentido figurado. Sea como fuere uno es lo que es aunque siempre pretenda ser cualquier otra cosa y busque sentidos figurados en ese contexto tan poco ortodoxo que llamamos realidad. ¿La moraleja? ¡Joder! El alcohol te machaca las neuronas; pero eso no es lo peor. Lo peor es que tienes un netmail para contar a los amigos lejanos tus neuras. Eso sí, con mucho cariño. Por favor, no me escribáis diciendo que este portal es para otras cosas o tiene mejores utilidades. Lo creáis o no todos estamos dentro del mismo sueño.
Lo siento, prometo hacerme adicto al agua mineral.
Ya podéis seguir durmiendo.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Ñam Ñam Ñavidad
Queridos:
Aquí en Madrid ya estamos con la machaca de la ñam ñam ñavidad. Lo que decía el otro día con las hormigas. Todo ha subido tanto... (y más que subirá) que me he comprado una escalera (ahora es el momento) para ver las cosas desde arriba, con perspectiva.
Por ahí abajo las angulas están a 1 300 €. Por aquí arriba hace mucho frío. Estoy solo y me siento como un niño desamparado. Por ahí abajo los asados subirán un 20 %. Por aquí arriba me sube el calorcito que se disipa entre las estrellas. Da igual, soy vegetariano. Solo como jamón, eso sí, de bellota. Tutanjamón.
Muchas cosas se nos suben en ñavidad. Es la ñam ñam global.
¿Qué celebramos?
Que fuimos niños una vez, hace mucho tiempo. Y lo tuvimos todo en nuestras manos. Por eso nos emborrachamos y le hacemos un guiño al dios ñam.
Entonces, el ñam ñam era diferente. La inocencia no tenía límites y yo todavía no había leído La república de Platón y no sabía que, en realidad, se llamaba Aristocles. Ahora casi todos esperamos que a nuestro jefe le den por el ñam (bueno, esto es históricamente universal); que mi divorcio vaya ñam; mi hipoteca ñam... Y a los políticos les den mucho por el ñam (olvídate).
Desde aquí arriba solo ves el camino que se ha torcido. El frío intenso me recuerda que una vez tuve memoria y que, entonces, cuando la ñavidad no era ñam, todo era posible.
Había una luz que te permitía leer cierto mensaje secreto... Prometedme una cosa: estas ñamñavidades, parad un momento, en mitad del fragor de la batalla, y preguntaos: ¿Cuál era el mensaje que leí en mi niñez? Si es que hubo alguno. Y luego seguid con el rito.
Aquí arriba hace frío y ves lo que tienes delante, en lontananza... Queda mucho camino. Pero, creedme, no hay nada en el horizonte que no soñaras cuando eras niño, ¿recuerdas?
Si no podéis verlo ya habéis superado los límites de la inocencia y estáis mucho más muertos de lo que creéis.
Querrás hablar contigo mismo, pero hay demasiado ruido, o demasiada soledad. Has perdido el contacto.
Esto es un koan impuesto por la ñam ñam ñavidad y todo lo que ello significa.
Saludos y parabienes
Xavier de Tusalle
Aquí en Madrid ya estamos con la machaca de la ñam ñam ñavidad. Lo que decía el otro día con las hormigas. Todo ha subido tanto... (y más que subirá) que me he comprado una escalera (ahora es el momento) para ver las cosas desde arriba, con perspectiva.
Por ahí abajo las angulas están a 1 300 €. Por aquí arriba hace mucho frío. Estoy solo y me siento como un niño desamparado. Por ahí abajo los asados subirán un 20 %. Por aquí arriba me sube el calorcito que se disipa entre las estrellas. Da igual, soy vegetariano. Solo como jamón, eso sí, de bellota. Tutanjamón.
Muchas cosas se nos suben en ñavidad. Es la ñam ñam global.
¿Qué celebramos?
Que fuimos niños una vez, hace mucho tiempo. Y lo tuvimos todo en nuestras manos. Por eso nos emborrachamos y le hacemos un guiño al dios ñam.
Entonces, el ñam ñam era diferente. La inocencia no tenía límites y yo todavía no había leído La república de Platón y no sabía que, en realidad, se llamaba Aristocles. Ahora casi todos esperamos que a nuestro jefe le den por el ñam (bueno, esto es históricamente universal); que mi divorcio vaya ñam; mi hipoteca ñam... Y a los políticos les den mucho por el ñam (olvídate).
Desde aquí arriba solo ves el camino que se ha torcido. El frío intenso me recuerda que una vez tuve memoria y que, entonces, cuando la ñavidad no era ñam, todo era posible.
Había una luz que te permitía leer cierto mensaje secreto... Prometedme una cosa: estas ñamñavidades, parad un momento, en mitad del fragor de la batalla, y preguntaos: ¿Cuál era el mensaje que leí en mi niñez? Si es que hubo alguno. Y luego seguid con el rito.
Aquí arriba hace frío y ves lo que tienes delante, en lontananza... Queda mucho camino. Pero, creedme, no hay nada en el horizonte que no soñaras cuando eras niño, ¿recuerdas?
Si no podéis verlo ya habéis superado los límites de la inocencia y estáis mucho más muertos de lo que creéis.
Querrás hablar contigo mismo, pero hay demasiado ruido, o demasiada soledad. Has perdido el contacto.
Esto es un koan impuesto por la ñam ñam ñavidad y todo lo que ello significa.
Saludos y parabienes
Xavier de Tusalle
martes, 6 de noviembre de 2007
Mejillones y jirafas
Aquí tenéis algunos de los artículos que forman parte de mi libro Mejillones y jirafas, que publicará Mandala & LápizCero en febrero de 2008 aproximadamente.
Lo de mejillones sugiere que hay que plantar cara a todo aquello que nos ocurre y lo de jirafa que conviene alzar un poco el cuello para contemplar más nítidamente la realidad si queremos ver lo que hay no lo que algunos pretenden que haya.
Reconozco que todo ello es bastante farragoso ya que lo que conocemos como realidad es subjetivo. Sin embargo, si levantas un poco el cuello...
Otros experimentos semejantes:
El álamo amarillo, ArtyLugios literarios
Segunda edición
Mandala & LápizCero (2005)
Todos buscan desde siempre al rey
Segunda edición
Mandala & LápizCero (2005)
Disponibles en:
http://www.circuloindependiente.net/
http://www.circuloindependiente.net/catalogo.htm
mandala_lapizcero@yahoo.es
Lo de mejillones sugiere que hay que plantar cara a todo aquello que nos ocurre y lo de jirafa que conviene alzar un poco el cuello para contemplar más nítidamente la realidad si queremos ver lo que hay no lo que algunos pretenden que haya.
Reconozco que todo ello es bastante farragoso ya que lo que conocemos como realidad es subjetivo. Sin embargo, si levantas un poco el cuello...
Otros experimentos semejantes:
El álamo amarillo, ArtyLugios literarios
Segunda edición
Mandala & LápizCero (2005)
Todos buscan desde siempre al rey
Segunda edición
Mandala & LápizCero (2005)
Disponibles en:
http://www.circuloindependiente.net/
http://www.circuloindependiente.net/catalogo.htm
mandala_lapizcero@yahoo.es
sábado, 20 de octubre de 2007
Íntimo recinto
Vocal sumergida,
Consonante interna;
La palabra y la voz,
El nombre y el yo,
Y la sonrisa
Infantil y eterna,
Que en el íntimo recinto
Del corazón
Se encuentra.
Vocal sumergida,
Consonante interna,
Sílabas prodigiosas;
Y la verdadera expresión
Que nunca llega.
La palabra y la voz,
El nombre y el yo
Y la sonrisa
Infantil y eterna
Que en el íntimo recinto
Del corazón
Se encuentra.
© Xavier de Tusalle
San Rafael, 16 de febrero de 1997
Consonante interna;
La palabra y la voz,
El nombre y el yo,
Y la sonrisa
Infantil y eterna,
Que en el íntimo recinto
Del corazón
Se encuentra.
Vocal sumergida,
Consonante interna,
Sílabas prodigiosas;
Y la verdadera expresión
Que nunca llega.
La palabra y la voz,
El nombre y el yo
Y la sonrisa
Infantil y eterna
Que en el íntimo recinto
Del corazón
Se encuentra.
© Xavier de Tusalle
San Rafael, 16 de febrero de 1997
jueves, 18 de octubre de 2007
SC, otro clavo más en mi corazón
Pues sepan vuestras mercedes que:
Según he podido constatar -aunque ya lo sabía- la SC es eso... otro clavo más en mi corazón.
Si Cervantes levantara la cabeza -hombre tan curtido en las letras y los usos mundanos, tan manco por nada, tan luchador por poco, deudo de maravedíes pero prestamista de experiencias- probablemente pensaría que las cosas no han cambiado demasiado y preferiría seguir durmiendo.
No así su ínclito personaje don Alonso Quijada, forjador de sendas nebulosas y destinos inciertos.
El caballero de la triste figura refleja el mundo que le tocó vivir; el orden que no ha cambiado todavía, del que aún existen reflejos difíciles de interpretar.
Básicamente, la comunicación humana no existe; es una entelequia. Son tantas las interpretaciones de la realidad que sólo hay opción para el sueño... por eso existen los artistas. La realidad sólo puede ser comprendida desde la ficción; es un hecho ponderable que he defendido toda mi vida y que, día a día, constato.
Por eso el mundo no cambia y la gente -todos nosotros- permanecemos inalterables; atiborrados de razones, justificaciones, estupideces, codicia y autoindulgencia.
Democracia, justicia, religión, honestidad son todas autoindulgencias en el mercado del parecer, esperando el momento del mejor postor, del usurero de turno que vende esperanza por treinta monedas.
Hoy me he dado cuenta, una vez más. Nadie habla de la belleza, del bien y la verdad -conceptos tan machuchos en nuestros días- todos opinan sin mucho conocimiento de causa de las razones del mercado y la trapichería; todos arguyen y bufan, se jalean y se retractan, y vuelven a la carga para demostrar que los seres humanos somos una especie de cáncer de la biosfera...
El hombre es un lobo para el hombre, y para todo lo demás, y hasta que no llegue el día de la auténtica consciencia, no hay nada que hacer.
Nos peleamos por baratijas y juguetes inservibles, acrecentamos el dolor y la estulticia mientras nos dedicamos a destruir nuestra casa -la Tierra, la pureza, la veracidad- de un modo harto eficaz.
El Quijote es un libro repleto de enseñanzas heredadas de los sarracenos, de la Tradicion sufí, vigente en España desde el siglo VIII, transmisor de una fuente que indica cómo llegar al sentido común, del que está desprovista la mayor parte de la humanidad.
La intransigencia humana es repugnante.
Creía que había un resquicio en el arte, en la búsqueda del conocimiento y la belleza -que son los verdaderos baluartes del ser humano- pero aún estamos en la época del Neanderthal.
¿Existe la democracia? ¿Se ha abolido la esclavitud? ¡Despertad! Las viejas fuerzas que rigen la segunda ley de la termodinámica -la entropía- gozan de una salud espléndida. El Enredador se lo pasa pipa cambiando las cosas de sitio pretendiendo el orden, aunque todos sabemos que es un caos operativo.
Somos tan estúpidos que no podemos ver nuestra propia estupidez. Y así nos va.
Hoy se ha hablado de todo menos de lo que se tiene que hablar.
Pero el caballero ridículo de la triste figura continúa sus aventuras en un lugar del que nadie quiere acordarse... No ha dejado discípulos, cada uno interperta la realidad según su conveniencia.
Mientras tanto, las estrellas se apagan una a una y reina la oscuridad...
Lo dice uno que emprendió hace mucho tiempo el camino del conocimiento, que tuvo sus maestros en el difícil aprendizaje de distinguir la realidad, que reconoció fantasmas y estantiguas, molinos de viento y pellejos vinateros... y aún tiene que aprender a aprender el camino de vuelta a casa.
Cosa que pongo en el esforzado magín de vuestras mercedes.
Tus el Arquero de las Estrellas
Caballero de la Rosa Azul
Según he podido constatar -aunque ya lo sabía- la SC es eso... otro clavo más en mi corazón.
Si Cervantes levantara la cabeza -hombre tan curtido en las letras y los usos mundanos, tan manco por nada, tan luchador por poco, deudo de maravedíes pero prestamista de experiencias- probablemente pensaría que las cosas no han cambiado demasiado y preferiría seguir durmiendo.
No así su ínclito personaje don Alonso Quijada, forjador de sendas nebulosas y destinos inciertos.
El caballero de la triste figura refleja el mundo que le tocó vivir; el orden que no ha cambiado todavía, del que aún existen reflejos difíciles de interpretar.
Básicamente, la comunicación humana no existe; es una entelequia. Son tantas las interpretaciones de la realidad que sólo hay opción para el sueño... por eso existen los artistas. La realidad sólo puede ser comprendida desde la ficción; es un hecho ponderable que he defendido toda mi vida y que, día a día, constato.
Por eso el mundo no cambia y la gente -todos nosotros- permanecemos inalterables; atiborrados de razones, justificaciones, estupideces, codicia y autoindulgencia.
Democracia, justicia, religión, honestidad son todas autoindulgencias en el mercado del parecer, esperando el momento del mejor postor, del usurero de turno que vende esperanza por treinta monedas.
Hoy me he dado cuenta, una vez más. Nadie habla de la belleza, del bien y la verdad -conceptos tan machuchos en nuestros días- todos opinan sin mucho conocimiento de causa de las razones del mercado y la trapichería; todos arguyen y bufan, se jalean y se retractan, y vuelven a la carga para demostrar que los seres humanos somos una especie de cáncer de la biosfera...
El hombre es un lobo para el hombre, y para todo lo demás, y hasta que no llegue el día de la auténtica consciencia, no hay nada que hacer.
Nos peleamos por baratijas y juguetes inservibles, acrecentamos el dolor y la estulticia mientras nos dedicamos a destruir nuestra casa -la Tierra, la pureza, la veracidad- de un modo harto eficaz.
El Quijote es un libro repleto de enseñanzas heredadas de los sarracenos, de la Tradicion sufí, vigente en España desde el siglo VIII, transmisor de una fuente que indica cómo llegar al sentido común, del que está desprovista la mayor parte de la humanidad.
La intransigencia humana es repugnante.
Creía que había un resquicio en el arte, en la búsqueda del conocimiento y la belleza -que son los verdaderos baluartes del ser humano- pero aún estamos en la época del Neanderthal.
¿Existe la democracia? ¿Se ha abolido la esclavitud? ¡Despertad! Las viejas fuerzas que rigen la segunda ley de la termodinámica -la entropía- gozan de una salud espléndida. El Enredador se lo pasa pipa cambiando las cosas de sitio pretendiendo el orden, aunque todos sabemos que es un caos operativo.
Somos tan estúpidos que no podemos ver nuestra propia estupidez. Y así nos va.
Hoy se ha hablado de todo menos de lo que se tiene que hablar.
Pero el caballero ridículo de la triste figura continúa sus aventuras en un lugar del que nadie quiere acordarse... No ha dejado discípulos, cada uno interperta la realidad según su conveniencia.
Mientras tanto, las estrellas se apagan una a una y reina la oscuridad...
Lo dice uno que emprendió hace mucho tiempo el camino del conocimiento, que tuvo sus maestros en el difícil aprendizaje de distinguir la realidad, que reconoció fantasmas y estantiguas, molinos de viento y pellejos vinateros... y aún tiene que aprender a aprender el camino de vuelta a casa.
Cosa que pongo en el esforzado magín de vuestras mercedes.
Tus el Arquero de las Estrellas
Caballero de la Rosa Azul
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